En la década de 1840, el emprendedor regiomontano Jacinto Lozano, empezó a gestar la idea de construir un molino de trigo para abastecer de harina a la creciente población de la zona. Adquirió una ladera baja a orilla del cauce del río Santa Catarina, construyendo en el año de 1846 un edificio para que sirviera de bodega y albergar el molino, así como un acueducto para aprovechar el agua. A finales del siglo XIX fue adquirido por Valentín Rivero, quien con su eficaz visión de acrecentar su producción, invirtió en la modernización del molino dotándolo de un motor, construyó y remodeló los edificios utilizando un estilo victoriano, común para la época en los centros industriales. El notable crecimiento y su relevancia para la comunidad, fueron motivo para que el entonces presidente de México, Porfirio Díaz, hiciera una escala en el molino durante su recorrido por el norte del país, donde se le brindó una merienda en el edificio que resguardó el primero. En agosto de 1926 el Molino de Jesús María fue adquirido por Aurelio González, dueño de Industrias González, S. A. El Molino de Jesús María estuvo activo hasta 1988, año en que cerró sus instalaciones. En la actualidad, tanto los edificios como las máquinas forman parte del área recreativa del fraccionamiento Valle del Seminario, construido por Desarrollos Inmobiliarios DELPHI en el 2005. Sólo al edificio denominado “Molino 1” se le dio uso de multifamiliar, conservando la fachada y adaptándolo a los nuevos requerimientos en su interior.
Localización: Ave. Corregidora s/n, Fracc. Valle del Seminario, col. Lucio Blanco, San Pedro Garza García, N. L.