Mtra. María de la Cruz Ríos Yanes
Directora Archivo General Municipal de Puebla
Tel: 01 (222) 224-1014
Cel: (222) 341-5682
En el año 2012 se presentó la gran oportunidad de rehabilitar la antigua Cementera Atoyac, establecida en la ciudad de Puebla en la década de los 50, como nueva sede para el Archivo General Municipal de Puebla. El reto era grande, no sólo para poder obtener el espacio para ser sede del Archivo, sino contar con los recursos necesarios para poder llevar a buen puerto tan anhelado sueño. Afortunadamente, la compleja logística para concretar el ambicioso proyecto se logró entre los años 2012 y 2014, cuando se conjugaron la participación de la iniciativa privada, el propio Gobierno Municipal poblano y una fundación de reconocida trayectoria: la Fundación Jenkins; cada parte con una aportación significativa. La suma de esfuerzos para resguardar la Memoria Histórica de la ciudad es un hecho sin precedentes en la región.
La propuesta, totalmente innovadora, combinaba dos aspectos. Por un lado se rehabilitaban los antiguos silos de almacenamiento de la cementera para oficinas, tanto del Archivo del Ayuntamiento, como para una sede alterna de la Presidencia Municipal. Se aprovechaba también una plataforma de concreto armado ya existente como basamento para la nave del fondo histórico, el cual se construyó cumpliendo con las normas de seguridad internacionales, con muros contra sismos y contra incendios, y con anaqueles móviles sobre rieles que optimizan el espacio de almacenamiento de forma sustancial. Con un sistema constructivo especial, a través de aire filtrado, se busca mantener la temperatura y la humedad relativa en forma constante para evitar variaciones térmicas y garantizar así la mejor conservación del papel a través del tiempo.
Por otra parte, se construyó una nave totalmente nueva para el Archivo de Concentración y con un diseño propositivo, donde se resguardan la documentación generada en adiministraciones recientes (1996-2104), con un volumen de poco más de 16 mil cajas y un peso aproximado de 400 toneladas.
Además, los jardines se intervinieron con un diseño de paisaje vanguardista que permite la integración de áreas verdes a las de trabajo de forma más que afortunada, creando espacios que pueden tener diversa utilidad por parte del mismo Ayuntamiento. Inclusive, se jugó con el antiguo trazado de las vías férreas para sembrar especies ornamentales resistentes, es decir, que requieren poco mantenimiento, en un juego de colores que divide el área de los silos de la nave del Fondo Histórico como una forma de reinterpretación.
Con este importante proyecto, se abre una nueva mirada sobre este tipo de edificaciones en la ciudad y la posibilidad creativa de su rehabilitación.